FUI RETENIDO INJUSTAMENTE EN EL PUESTO VENEZOLANO DE MIGRACIÓN DE PARAGUACHON

Estuve injustamente detenido por espacio de tres horas en el puesto de migración de la alcabala venezolana en Paraguachón a pesar de tener pasaporte con visa de transeúnte expedida legalmente

La injusta detención

El martes, 20 de octubre de 2009, fui injustamente detenido por espacio de tres horas en el puesto de migración de la alcabala venezolana en Paraguachón a pesar de tener pasaporte vigente con visa de transeúnte expedida legalmente. Eran las 6:30 a.m. en Venezuela y al momento de solicitar el sello de entrada en mi pasaporte, el agente del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjeria de Venezuela, SAIME, me informó que supuestamente mi visa no aparecía en el sistema y que por lo tanto era falsa. Le repliqué que estaban equivocados porque yo mismo la había sacado en el Saime de Sierra Maestra (Maracaibo) y que ese mismo día había entrevistado al jefe de esa oficina, ciudadano Carlos Ripoll, para el periódico alternativo, Maicao al Día, y para mi sitio web personal. El agente me dijo que esperara mientras llegaba su jefe inmediato.

Perjuicio económico de la detención

Después de unos 15 minutos de espera, el chofer del automovil por puesto hacia Maracaibo, en el cual yo viajaba, se cansó de esperar y se fue. No me devolvió los 50 Bs.F. que me había cobrado por el pasaje. Imagínese usted que esto me hubiera pasado en un aeropuerto, saliendo de Venezuela. Me hubiera dejado el avión. El perjuicio hubiera sido muy grande.

Detenido detrás de una pesada reja

Apareció entonces un señor alto de cabello canoso, a quien sus subordinados llaman "Chúa" o "Chúa chúa". Este señor, con tono acusador, me dijo que mi visa era falsa y me hizo pasar al lugar donde retienen a los indocumentados, una sala grande con algunas sillas polvorientas y con acceso hacia el cuartucho donde se ubica los agentes que sellan los pasaportes. Me indicó que me sentara allí y cerró la pesada reja de esa sala.

Despues de tres años, ahora me salen conque mis papeles son falsos

Entre todo lo absurdo de esta detención se destaca el hecho de afirmar que mis documentos son falsos después de tener tres años de estar crusando la frontera colombo venezolana todos los fines de semana para asistir a la Universidad Rafael Belloso Chacin, en Maracaibo, a recibir clases en el Doctorado en Ciencias de la Educación. Si de verdad tienen sus computadoras en línea, pudieron ver en pantalla el record de mis estradas y salidas y las diferentes visas que he tenido y no acusarme ligeramente de falsedad de documentos.

Me hicieron perder tres horas de tiempo valioso

Allí permanecí por espacio de tres horas molesto por el maltrato que significaba estar ahí sentado perdiendo mi tiempo sobre todo porque para sacar esa visa tuve que haber pasado ocho horas parado en las colas del SAIME de Sierra Maestra más tres horas de pie veinte días después para reclamar el pasaporte visado. En total once horas haciendo colas.

No me permitían regresar a Colombia

Cansado de esperar una solución, les exigí que me devolvieran mi pasaporte que yo me devolvía hacia mi país, Colombia. El señor "Chúa" me repondió dijo que me iban a detener porque la visa era falsa. Su amenaza no me intimidó sino que me me molestó en extremo ya que podría ser la consecuencia de dos hechos posibles: a) Existe una descoordinación de las bases de datos del Saime con los puestos fronterizos, lo cual sería una lamentable muestra de burocratismo e ineficiencia administrativa, problema que se quizo solucionar con el cierre de la Onidex y la apertura del Saime.; b) Estaba siendo victima de la ya tradicional actitud hostil de los funcionarios de migración venezolanos hacia nosotros los colombianos.

Solicité ayuda por teléfono

Por mi celular Movilnet (única compañía que tiene cubrimiento en la zona) llamé a un abogado amigo de Maracaibo y le conté el atropello del que estaba siendo victima. Como la puerta del cuartito en donde estampan los sellos de entrada y salida estaba entreabierta entré, y le dije al funcionario que me estaban atropellando y que tenía a un abogado en línea escuchando la conversación y dispuesto a colocar una queja en el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia. No me solucionó nada. Me dijo que me saliera que esa era un área restrinjida.

Como "Chúa" se fue con mi pasaporte y cerró la reja, que solo se abre con una llave por la parte de afuera, llamé por celular a familiares venezolanos residentes en Maracaibo y les pedí que fueran al SAIME de Sierra Maestra, hablaran con Carlos Ripoll y le informaran el atropello que estaban cometiendo conmigo en la alcabala venezolana de Paraguachón. A la hora regresó el señor "Chúa" y me informó que en Caracas no aparecía el registro de mi visa y que el director del Saime de Sierra Maestra no le contestaba el teléfono.

Un puesto de migración anclado en la "Cuarta República"

Yo estaba sereno, tranquilo aunque no me sentía feliz de estar detenido en ese lugar polvoriento con calor y sin aire acondicionado. Una sala con un ambiente realmente pesado, en donde se percibe la angustia de miles de compatriotas que por ahí han pasado detenidos por el delito de ser colombianos e indocumentados. Estando alli detenido me sentí estar en una alcabala de lo que llaman ahora en Venezuela la "Cuarta República", un estado que se caracterizó por ser agresivo y hostil contra los colombianos. Por ninguna parte pude observar los símbolos de la "Quinta República", estado actual que se autodefine como amigo de los colombianos y que en los discursos nos trata como "hermanos colombianos" y que en los letreros de la frontera nos dice "Bienvenidos a Venezuela, hermanos bolivarianos". Nada de eso figuraba en las paredes de ese lugar de detención. La "Revolución Bolivariana" con sus reconocidos decretos presidenciales para pagar la déuda con los migrantes no estaba presente en ese lugar ni mucho menos en el trato de los funcionarios que alli laboran. Sentado en ese desaseado lugar, podía ver del otro lado de la reja un busto de Simon Bolivar, precisamente en un puesto de migración donde con su actuación demuestran no conocer de ninguna manera sus ideales. Yo, un colombiano de la Gran Colombia de Bolivar, con visa legalmente expedida en Venezuela, detenido por querer transitar por una parte de mi territorio ancestral. Vea usted. Una verdadera ofensa para El Libertador tener su busto allí.

(ACLARACIÓN NECESARIA: Volví en el mes de diciembre de 2009 y pude notar que remodelaron ese puesto de migración. Ahora se pueden leer en las paredes algunos pensamientos de Simón Bolivar, vi nuevos funcionarios y recibí una atención amable).

Tres horas de lectura

Durante todo ese tiempo de incómoda espera me pude leer sesenta páginas de la reciente biografía de Gabriel García Márquez, escrita por Gerald Martin, además de un artículo científico de 25 hojas sobre el problema de la deserción de los estudiantes matriculados en cursos virtuales. En ese momento me pregunté si Gabo alguna vez había vivido una situación asi en ese lugar en el tiempo de su vida en Venezuela "Cuando era feliz e indocumentado".

Las disculpas y mi libertad

Cuando eran las 9:30, regresó el señor "Chúa", ahora con una actitud amable, y me informó que habia hablado con Carlos Ripoll y que mi visa era una visa genuina, legalmente expedida. Me presentó disculpas, me dijo que ya podía continuar mi viaje y me explicó que los datos de mi visa no habían sido digitados en la base de datos en línea y que esa había sido la razón de mi retención en ese lugar. Agregó que ese problema se presenta a menudo con visas recien expedidas.

Detenciones arbitrarias

No sé qué es lo que sucede en ese puesto de migración. Otras personas en otras oportunidades de las que he sido testigo en mis viajes de estudio a la Universidad Rafael Belloso Chacín, también han sido detenidas a pesar de haber sacados sus visas personalmente en la Onidex (antiguo nombre del Saime). La respuesta final fue la misma que me dieron a mi: que la visa no estaba registrada en el sistema. Quienes hemos sufrido estas injustas detenciones, hemos llegado a la conclusión de que la supuesta no aparición de los datos de las visas en el sistema solo se presenta con visas sacadas en Onidex o Saime en la misma Venezuela. Nunca nos ha sucedido algo asi con las visas sacadas en los consulados venezolanos en Colombia.

Interrogantes por resolver

Estas detenciones arbitrarias de compañeros colombianos nos hacen formularnos varios interrogantes: a) ¿Existe descoordinación entre las oficinas que entregan las visas y los puestos fronterizos venezolanos? b) ¿O será que existe una deliberada actitud hostil de los funcionarios de migración en contra de los colombianos que viajamos con visas legalmente expedidas en Venezuela?

Moralejas

Aunque este relato no es propiamente una fábula, como conclusión les presento dos moralejas o recomendaciones para que a usted no le vaya a pasar lo que a mi me sucedió:

MORALEJA 1: Cuando en el Saime le entreguen su pasaporte visado, dígales que usted va a viajar a Colombia ese mismo día y pídales amablemente que su número de visa y datos adicionales sean ingresados en la base de datos que tienen en los puestos fronterizos con Colombia para que no le pase a usted lo que me pasó a mi y le ha pasado a otros amigos mios: pérdida de horas de su valioso tiempo, pérdida del pasaje por 50 Bs.F., gasto de 25 Bs.F. en tarjetas de Movilnet y la incomidad de permanecer en un lugar hostil y no apto para la espera.

MORALEJA 2: Si viaja con alguna frecuencia a Venezuela, cómprese un celular de la compañía Movilnet ya que esa es la única empresa de telefonía celular que tiene cubrimiento en las carreteras de la frontera colombo-venezolana, incluso hasta la entrada de Maicao. Cómprese su Movilnet que usted no sabe en qué momento va a tener una urgencia en esa carretera con tanto "control" de migración hostil a los colombianos.

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